domingo, 10 de julio de 2011

locuras cortas con una larga estupidez.

Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto.

Tengo un problema. Una indignación contra sus actos.
Me imagino un escenario donde los actores principales son dos.
En la primer escena los veo a ellos. Novio llegando a las 23 hs del día, abatido, aturtido, enojado, desilucionado, jovén. Novia, condicionada, alegre, sin preocupaciones, jovén.
Noticia: "estoy embaraza".
Los miro sentada desde la primera fila, interesada.
Segunda escena: Dos meses después, novio llegando a la noche, abatido, aturtido, enojado, desilucionado, jovén. Novia, condicionada, alegre, sin preocupaciones, jovén.
Noticia: "¿Nos casamos?"
Los miro desde la segunda fila. No creo que uno solo formulara esa pregunta. Personajes cuantitativos.
Escena siguiente: Ella luce un peinado floreado y vestido blanco, bajando de un auto pulcro, él un traje negro y un look estupefaciente esperando frente al atar de mis misimo Dios.
Me levanto y quiero ir y decirles que no lo hagan, están equivocado, es inimaginable lo que acontecera.
Y aún así, continuán tan inocentes.
Cuarta escena: Siete meses mas adelante. La mamá teniendo en brazos a su hija, y alrededor personas observando.
1
2
3
4
Momentos de obstaculo.
Momentos de dilemas.
Momentos de atolondrados.
Momentos de problemas.

Hagan lo que tengan que hacer, que yo lo contaré.
Quiero vivir aprendiendo.
Me voy.

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