Hay una película que me encandila cada vez que la miro.
Suelo recurrir a ella cuando mis pensamientos agobian mi ser.
Es una película liberadora que me hizo preguntar muchas cosas; una de ellas es ¿Cuál es la palabra que me pertenece?
Creo que es una buena introducción para poder hablar de vos…
Hace unos segundos recorría la web y lo que suelo hacer es mirar frases y pensamientos, entre ellos encontré una frase de Gabriel García Márquez que dice : “Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo”.
Y ahí descubrí la palabra que me acompaño desde el día que te conocí.
Estoy un 95% segura de que sea APRENDIZ…
Fui tu aprendiz. Realmente no sé si deberías sentirte orgulloso <<creo que te sobra orgullo>>, perdón es solo una pequeña broma, o bien deberías tomarlo como una guía a seguir.
Por definición un aprendiz es alguien que aprende un arte u oficio.
Siempre me costó mucho entenderte, digamos que eras como un profesor chino, que aún no aprendió mi idioma y quiere enseñarme el de él.
Fui un aprendiz de oficio, totalmente.
Aprendí que somos todos mediocres y que vamos a caminar con ese nombre pero que solo nuestra propia critica es la más verdadera a quienes somos nosotros mismo, y que para transitar los días y llevar las cargas y heridas de la vida hay que mirar hacia delante, hacia el horizonte.
Aprendí de sonidos graves y agudos, de baterías y consolas, de quienes son músicos con talentos y quienes son los cantantes con las voces más cautivadoras, que con unos palillos en las manos, ganas y constancia uno puede tocar como Travis Barker y si sumariamos el tiempo, seriamos como Carter Beauford. Escuché a un limado marcando tiempos de silencio, Los mejores DVD en lugares totalmente increíbles. Que con las cosas simples de una ferretería podemos armarnos una batería muda que sirve para la práctica y el amor entre vecinos. Que no solo es necesario tener una hermosa batería o la mejor (uno es mejor con lo mejor pero…) sino que una buena alfombra y lámparas pueden ser las transportadoras a un lugar mágico. Dicen que el sonido de los tambores le da vida al alma, y me enseñaste (quizás) como tocar los bongos, mi alma baila.
Algunos filósofos y pensadores antiguos creían que la vida nacía de los cuatro elementos, de la luz, o de alguna boludes que se le cruzaba. No soy filosofa pero pienso que la vida nace con la música, con los sonidos. Entonces creo que con vos le di vida a la vida. Sé que nació mi vida desde que te conocí, con tropezones y caricias, con lágrimas y risas, con melancolía y alegrías, con operaciones y sin miedos, con tu sonrisa y tu melodía, con tu locura y tu lógica, y así podría seguir diciendo mucho mas…
Pero, ¿alguna vez escucharon decir, que el aprendiz supera al maestro?
Yo jamás podré superarte, quédate tranquilo. Me falto aprender el arte de tu amar.
Yo considero que el amar es un arte, y no todos los artistas tienen el mismo talento o los mismos gustos.
Intente enseñarte mi amor, me encontré con varias barreras, y aún asi seguí intentando.
Busque los porque a los comos y hasta la quinta pata al gato, pero aún asi seguía sin la satisfacción de hacer feliz a alguien.
Hay cosas que el corazón no deja salir y mucho menos entrar.
¿Crees que nuestros corazón se destrozaron tantas veces antes que nos impidieron amarnos?
Si esto fuera así… ¿Solo los corazones aman?
Me siento tan perdida que no logro ver si la culpable de esta separación fue por culpa de mi corazón o hubo algo que nos llevó a la quiebra.
No tengo más que decir que agradecer la realeza que me dejaste en las manos, las fuerzas en mi voz, la claridad desmenuzada de mis oídos al oír música, el gusto a la soberbia y la belleza frente a mis ojos.
Será estúpido lamentar tus lágrimas de tristeza?
Perdón santi por el mal que reconozco y si es que hay más seguramente también lo lamente. No está en mis planes lastimar a nadie.
En mis planes están las cosquillas y las chocolatadas.
También dicen que a veces el maestro aprende del aprendiz…
¿Qué aprendiste vos de mí?
